
Tula Rodriguez y sus inicios
La cholita que a los 15 años posó por primera vez ante el lente de un reportero gráfico de OJO con una tanga prestada, resulta que hoy está a punto de convertise en la nueva reina del mediodía de la televisión peruana.
Eran tiempos en que Tula era la chica más popular de El Agustino, donde junto a su mamá Clarita supieron darle la cara a la adversidad y a su pobreza. No necesitaron al papá para salir adelante. Ellas pudieron solas.
Tula comenzó a triunfar como vedette, hasta se comenzó a cotizar como una de las mejores del medio. Empezó a obtener muy buenos ingresos bailando y cantando con sus atrevidas tangas, plumas y lentejuelas.
Ahorró sol a sol y su dinero no iba a saco roto, Tula pensaba en el futuro y comenzó a invertir sus ganancias en negocios, le puso una botica a su mamá y también una tienda de venta de gas.
El éxito le seguía sonríendo hasta que tuvo lo suficiente para comprarse un departamento en La Molina, a donde se mudó hace algún tiempo. Y ahora está adquiriendo un terrenito en otro lugar ficho de la ciudad donde sueña construir una casa que albergue a toda su familia.
Hasta aquí la historia nos parece conocida. Seguramente muchos ya están haciendo comparaciones. Gisela Valcárcel también fue una chica que creció en un barrio, La Victoria. Y su mamá, doña Teresa, luchó sola para que no le falte nada a ella y a sus tres hermanas. Y miren hasta dónde llegó.
Claro, Tula no fue mamá a los 18 años de edad pero sí ha tenido amores y desamores, algunos bastante tormentosos. Dicen que su primer affair lo tuvo con Edwin Sierra, después con algunos peloteros del medio, pero el más sonado fue el romance que sostuvo con el arquero Juan Flores.
Después comenzó una relación con el cubanito Joel Sotolongo, pero tampoco pasó nada. Y ahora dicen que su corazón anda alborotado nuevamente. Pero por estos días ella sólo tiene cabeza para pensar en esto que parece un sueño aún, convertirse en la nueva engreída de las señitos.
Y fue en el otoño del año pasado que empezó a barajarse la posibilidad de lanzar a Tula como la animadora del mediodía. Fue en los tiempos que Susana Umbert andaba entusiasmada con sus proyectos como productora y uno de ellos era hacer un programa para las “señitos”, donde la animadora iba a ser asesorada por la misma Gisela Valcárcel. Pero tras el fracaso de “Habla barrio”, esa idea quedó en nada.
Pero sin duda Tula se quedó soñando con la idea. Y cuando el asunto volvió a tomar actualidad, no quiso creerlo. La productora Michelle Alexander es quien esta vez apuesta por ella como la sucesora de Gisela.
No le importó ni siquiera el contrato que la vedette tenía con América Televisión, que empezó una guerra con Frecuencia Latina por la tenencia de Tula. Eso sin duda elevó su ego. Aunque ella lo niega rotundamente.
“Te lo juro, hermanita, fueron los peores días de mi vida. Un compañero me dijo que no era para tanto, pero no podía ni contestar el teléfono, no podía responder a la prensa. Estaba apenada porque no quería que nadie se pelee por nadie”.
Pero no pudo evitar el enfrentamiento. Mientras América TV enviaba comunicados informando que Tula Rodríguez tenía un contrato vigente con ellos, la vedette realizaba su última grabación en “Risas de América” y se despedía de sus compañeros.
“Pero ya todo quedó solucionado con América porque han aceptado mi renuncia. El resto es pelea de gringos”, nos dijo.
INICIOS:Tula Rodríguez fue descubierta por OJO. El lente del desaparecido Jorge Vega la sacó del anonimato. Hoy ella lo recuerda con cariño y agradecimiento.
Pero ya empezaste con probar algunos looks y por lo visto pretenden imponerte una imagen de señora, seguramente para que las “señitos” se identifiquen contigo.
Eso es mentira, en principio porque yo no estoy probando ningún look ni nada. El día que me encontraron en el Canal 2 me había arreglado para la entrevista que me hicieron, me había hecho la raya al costado y seguramente todavía se notaba la laca que me echaron al cabello que además sigue siendo del mismo color. Y el maquillaje me lo hizo Carlos Cacho, eso fue todo. De hecho no hay nada del otro mundo porque tampoco iba a presentarme con el maquillaje de vedette. Yo no puedo aseñorearme como dijo Magaly porque no soy señora y no estoy cambiando nada de mí, yo sigo siendo igual...
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